Y es por esos que seguimos confiando sólo en primeras marcas, también para los modelos de estudio.
Con más de 18 años de experiencia en el sector, y varios ya como líderes de ventas en instrumentos de viento, podrás imaginar que hemos recibido muchas propuestas tentadoras para comercializar instrumentos de los llamados “chinos” (entendidos por instrumentos baratos y de baja calidad).
Nuestra respuesta siempre ha sido la misma: lo sentimos pero no reúnen la calidad necesaria para lo que queremos ofrecer.
Desde hace años, como en cualquier otro sector, han proliferado los instrumentos fabricados en China.
Y esto en principio no tiene por qué ser malo, porque en el gigante asiático se fabrica de manera más económica, que así de primeras es positivo para el consumidor, pero se puede fabricar bien y se puede fabricar mal.
Y ahí es donde nos gusta incidir. No todo lo fabricado en China tiene por qué ser malo, de hecho, grandes multinacionales de la tecnología se aprovechan de la mano de obra más económica para ofrecer productos de altísima calidad fabricados allí.
Por eso la diferencia ya no está tanto en dónde se fabrica, si no en cómo se fabrica.
Las grandes marcas de instrumentos han trasladado su fabricación en las gamas de estudio al país asiático. Han realizado grandes inversiones en infraestructura propia, en formación del personal, en innovación tecnológica para controlar todo el proceso de fabricación desde 0.
Así, se puede fabricar instrumentos de calidad, siendo más competitivos mejorando los precios al consumidor. Estas marcas (léase por ejemplo Yamaha, Jupiter, Buffet…) realizan una gran inversión además en I+D, adaptando también su fabricación al nuevo tipo de consumidor, que tiene en cuenta factores como el cuidado del medio ambiente y la utilización de materiales nocivos para la salud.
Después existen fabricantes que se benefician de algunos de estos avances copiando aquello que más les interesa, fabricando imitaciones que no tienen en cuenta ninguno de los estándares de calidad, ni en el proceso de fabricación ni en los materiales utilizados y acceso posterior a repuestos.
Eso repercute en que ofrecen productos más baratos, pero que realmente son de muy baja calidad. Y aunque al principio van bien, a las pocas semanas de uso normal, descubres que no reúne las condiciones que te vendieron. Desajustes, fallos mecánicos, desafinación…
Su argumento de venta siempre es el mismo y el único: el precio.
Nos ofrecen a las tiendas márgenes incluso 3 veces superiores al de las marcas de referencia y eso sin duda, en un mundo en el que el dinero es lo primero, hace que muchos empresarios vean en estos productos una manera de ganar dinero fácil.
Queda entonces en un segundo plano la preocupación por el cliente, por ofrecer material que se adapte a las necesidades de aquel estudiante o amateur que lo que quiere es consolidar una buena base y poder disfrutar de la música.
Como podrás imaginar, cuando una tienda tiene tanto interés en vender un producto de esta calidad, siempre te dirá que es igual que aquel o aquel otro pero más barato. Y todos sabemos que eso no es creíble.
Por supuesto, no somos nadie para decidir que cada cual venda o compre lo que considere, pero sí nos molesta que se utilicen argumentos falsos, que dan lugar al engaño, buscando simplemente el beneficio comercial.
Con este artículo tan sólo queríamos contestar a preguntas que nos hacen muchos clientes sobre nuevas marcas y el por qué no nos dedicamos a comercializarlas.
En Sanganxa contamos con una amplia red de colaboradores que analizan muestras, prototipos y modelos que aparecen en el mercado y que son descartados simplemente por falta de calidad.
Pero estad seguros que cuando salga algo nuevo que merezca la pena, seréis los primeros en estar enterados.
Hasta entonces, si lo que quieres es disfrutar de la música, confía en marcas de primera calidad y toca por muchos años.