¿Has pensado en realizar un enzapatillado a tu clarinete? ¿Sabes en qué consiste y cuándo debes hacerlo?
Son varios los elementos que nos pueden indicar que nuestro clarinete necesita un enzapatillado. Si notas que el instrumento hace ruido, que pierde aire o que cuesta soplar, puede ser que tus zapatillas ya estén viejas y no sellen lo suficiente. En ese caso, lo más probable es que tu clarinete necesite una revisión en profundidad. Es necesario equilibrar los posibles desajustes que con el uso se van produciendo en todo instrumento.
Cuando estos indicadores te empiecen a dar un aviso, desde el Taller Sanganxa te recomendamos que realices un enzapatillado completo a tu clarinete. Volverás a recuperar el tacto y las condiciones que te ofrecía tu instrumento cuando estaba nuevo.
¿Cada cuánto tiempo se debe enzapatillar un clarinete?
Es difícil establecer cada cuánto tiempo es recomendable realizar un enzapatillado . Todo depende de cuánto toques, de la calidad de tu clarinete o del cuidado que hagas del instrumento. Aun así, debes saber que es recomendable realizar un ajuste básico de forma periódica.
¿En qué consiste un enzapatillado de clarinete?
A diferencia de los ajustes, que son procedimientos mucho más superficiales, en un enzapatillado se realiza una puesta a punto en profundidad en la que se supervisan todos los elementos del instrumento.
Proceso de enzapatillado
Para empezar, en un enzapatillado es necesario desmontar por completo el instrumento, se quitan las llaves, los corchos viejos de las espigas. Una vez desmontado, se limpia la madera y se nutre con aceites especiales para madera, como el Bore Oil de Yamaha, para que ésta se hidrate tanto por dentro como por fuera para evitar posibles fugas.
Por otra parte, se limpian las llaves con la máquina de ultrasonidos y se pasan con la pulidora para recuperar el brillo. Además, se limpian los pasadores y luego se engrasan con un aceite de tipo medio (como el de Hetman o el de Yamaha) impregnando también de aceite los tornillos.
Una vez hecho esto, se reemplazan los corchos y los fieltros que habíamos quitado previamente poniéndolos todos nuevos, y siempre siguiendo con la misma línea de materiales que trabajan en fábrica para conseguir el mismo tacto que tenía el instrumento en el momento de su fabricación. Se revisan, además, las chimeneas para comprobar que estén todas en perfecto estado y no estén astilladas y se comprueba si las llaves tienen holguras.
Por último, se cambian todas las zapatillas, un proceso que requiere especial cuidado porque éstas se deben ajustar una a una y comprobar que no pierden aire por ningún sitio. En este caso, se asienta cada zapatilla individualmente y, una vez hecho esto, se equilibran y se nivelan entre sí.
Elección de las zapatillas
La elección de un tipo de zapatilla u otra (de tripa, de piel, Gore-Tex o Valentino) es lo que más afectará en cuanto a sonoridad y durabilidad del instrumento por lo que, si no tienes claro qué opciones tienes para poner zapatillas nuevas a tu clarinete te recomendamos que leas nuestro post: ¿Qué tipo de zapatillas elijo para mi clarinete?
Una vez terminado, se comprueba de nuevo que el clarinete no pierde aire utilizando la máquina de medir la presión para saber si tiene compresión y así asegurar que no haya ninguna fuga. Con todo esto, nuestro clarinete quedará perfecto durante una larga temporada para sonar en las mejores condiciones.