El mantenimiento en los instrumentos de metal

MANTENIMIENTO DE INSTRUMENTOS

La limpieza y mantenimiento de nuestro instrumento de metal es relativamente sencilla, y puedes realizarla tú mismo. Eso sí, a la hora de limpiar y desmontar nuestro instrumento, debemos saber bien qué vamos a hacer y tenerlo todo muy claro o vamos a tener problemas.

Es importante dejar cada pieza colocada de manera que recordemos perfectamente su posición y lugar en el instrumento, en nuestro puzzle particular.  Claro está que hay instrumentos muchos más sencillos que otros. Por ejemplo cuando comparamos una trompeta con una trompa, y más si es con maquinaria de hilos.

 

Por ejemplo, nos hemos encontrado muchas veces este problema en las trompas. Al intentar poner una pieza donde no toca, como pueden ser las tapas de los clilindros, se han forzado para intentar que entren y así se forma una holgura que no permite un correcto funcionamiento de la maquinaria. Esa holgura es de difícil solución, de ahí que debes fijarte perfectamente qué pieza va en qué sitio y nunca forzar.

Lo primero, limpiar a fondo

Para una limpieza básica de mantenimiento, se debe limpiar el interior del instrumento con agua tibia y un producto apropiado para tal fin. Hoy en día el mercado ha desarrollado productos específicos, aptos para la salud, y que no perjudican para nada el instrumento ni sus acabados. Esta limpieza debe hacerse al menos una vez al mes y de manera prioritaria si decidimos cambiar le tipo de aceite de uno con base mineral  o uno sintético.

Igualmente, existen numerosos accesorios específicos que te facilitarán esta tarea y te ayudarán a conseguir un mejor resultado.

Lubricar correctamente

Hoy en día hay infinidad de marcas, tipos, numeraciones y esto mismo puede producir confusión. Por eso, si no tienes claro el tipo de lubricante que mejor se adapta a tu instrumento,  es importante confiar en personal cualificado evitando así usos equivocados que producen un mal funcionamiento del instrumento.  Aceites más o menos densos según el estado de tu instrumento, diferentes tipos de grasas…

Elegir el tipo de densidad depende del instrumento y de su estado, de los años, de la utilización, de la saliva… o sea de numerosos factores que hay que analizar antes de decantarse por una u otra opción. Como norma general, hay que emplear aceites ligeros para instrumentos nuevos o que presenten una maquinaria en buen estado y aceites más densos, para instrumentos con más desgaste, ya que su viscosidad ayudad a corregir los posibles defectos o pequeñas holguras producidas por el tiempo.

Volviendo al caso de las trompas, la dificultad que entraña el poner aceite a través de sus cilindros hace que muchos músicos quiten la bomba y vacíen media botella pensando que por más cantidad va a funcionar mejor.

Esto lo que produce es un efecto totalmente contrario, formando una pasta espesa que hace que el cilindro funcione muy pesado. Hay que tener en cuenta que las bombas suelen llevar grasas densas para que no caigan y funcionen correctamente, pero ante los cambios de temperatura estas se diluyen y junto al aceite que le hemos puesto forman una pasta que va directa al cilindro. Es por eso que ahí, solamente echaremos un par de gotas, y aplicaremos el correspondiente aceite directamente a los cuellos.

En cuanto a las bombas, podemos utilizar un aceite muy denso como el Slide Heavy o directamente grasa para bombas, que también la hay más ligera y más pesada. Ahí ya cada uno decide según sus necesidades. Eso sí, siempre en cantidades que permitan un correcto funcionamiento, si nos pasamos siempre va a ser mucho peor.

Es importante sacar al menos una vez a la semana todas las bombas, incluso aquellas que apenas se utilizan, y las mantengan en buen estado para que no queden obstruidas el día menos pensado.

Desde Sanganxa, pensamos que alumnos y profesores deberían conocer mejor, mecánicamente hablando, su instrumento. Esto facilitaría un mejor mantenimiento en los instrumentos y cuidado del mismo optimizando el rendimiento y aumentando sensiblemente los años de uso del mismo.

Si durante el proceso te surge algún problema o algo que no tengas claro, nuestra recomendación es SER PRUDENTE. Acude a tu técnico de confianza o puedes arrepentirte de una mala reparación por mucho tiempo  y ser mucho más cara de lo que en realidad hubiera sido en un primer momento. En esto, mejor prevenir que curar, ya sabes.