TRANSPOSITOR
A veces el mantenimiento de algunos rotores de trombones se hace un poco complicado si no sabemos cómo realizarlo. Muchos trombonistas usamos rotores como el Hagman o el Thayer. Pero a veces estos nos dan algunos problemas porque no sabemos cómo aceitarlos bien. Esto hace que con el tiempo sufran desgastes innecesarios por falta de mantenimiento. Incluso, a veces, lleva a que tengamos que cambiarlos.
Es recomendable que cada cierto tiempo lleves tu instrumento a tu técnico de confianza. Algunos fabricantes recomiendan que este mantenimiento se realice cada uno o dos años. Ello depende de los hábitos de limpieza que tengas con tu instrumento.
El aceite a utilizar puede ser para pistones que sea muy ligero, o uno especial para transpositor. La marca dependerá de tus gustos. Es bueno tener en cuenta las recomendaciones de los fabricantes. La mayoría en sus páginas web tienen algunas marcas que recomiendan.
Hagmann:
Este modelo de rotor fue creado por Rene Hagmann en la década de los 90 y es uno de los tipos de rotor más utilizado en los trombones y cimbasos. Aceitarlo resulta bastante fácil en comparación a otros rotores. Como podemos ver en la imagen que el fabricante pone en su página:
Debemos quitar su tapa que sale a presión y dejarla en un sitio seguro. No debemos golpearla por ningún motivo, ya que la tapa puede sufrir alguna deformación que no podamos apreciar a simple vista, pero que hará que el retirarla y ponerla se vuelva complicado.
La goma que sirve de sellamiento es bastante delicada por lo cual debemos tener cuidado de no estropearla.
El aceite lo podemos aplicar directamente dentro de la cavidad del rotor, a la vez que lo hacemos girar para que el aceite quede uniformemente aplicado por toda la superficie. Si notas que el rotor de tu instrumento está muy sucio o no está funcionando muy bien, es hora de realizar una revisión y limpieza a fondo. En tal caso te recomiendo que sino tienes los conocimientos previos, lo lleves a tu técnico de confianza.
Thayer:
También llamado rotor axial, por su forma. Es un tipo de rotor bastante comercializado desde hace varias décadas y que ha servido de inspiración para hacer mejoras en su diseño, como ejemplo el rotor Infinity, que busca evitar roces innecesarios del metal.
El mantenimiento de este tipo de rotores es un poco más complicado que el del hagman, ya que no tenemos acceso directo al rotor, por lo que la única forma de aceitarlo fácilmente es a través de la entrada de las bombas y la parte donde se une la campana con la vara.
Debemos tener cuidado de no aplicarle mucho aceite si vamos a tocar enseguida, pues este aceite casi siempre baja hasta la vara lo que ocasiona que su deslizamiento se haga lento. Si te sucede esto, lo que debes hacer es limpiar muy bien el interior de la vara.
Recuerda que lo más importante es mantener el rotor de tu instrumento aceitado y en un buen estado de funcionamiento. Si ves que comienza a fallar lo mejor es llevarlo a tu técnico de confianza para que sea él quien le haga una revisión exhaustiva.
Franchesco León
SAT Metal en Taller Sanganxa